Lo que nadie se imagina 33
Una tarde cualquiera en la esquina donde todas las cosas pasan…
-Hola. Tiempo que no te veo…
Mierda, ¿por qué chucha apareciste? Justo cuando el día estaba tranquilo.
-Hola, pues sí. Tú sabes, continuando con mi vida…
¿Que no me ves? Si como cojudo apareces en toda la gente que ve mis Stories en Instagram.
-Me alegro, en serio…
La verdad es que no. Me enteré que te metiste con un imbécil.
-Pues sí, todo anda sobre ruedas…
Si supieras que me metí con un pobre imbécil.
-¿Cómo anda la familia? ¿Tu mamá? ¿Tu hermana?
¿En serio estoy preguntando por ellas? ¡Siempre me odiaron!
-Andan bien, felizmente…
En serio, ¿no tienes nada mejor que preguntar?
-Qué bien…
No mires el suelo, no mires el suelo…
-Sí…
Ya estás viendo el suelo. Aún te sientes culpable a pesar del tiempo.
-Me gustaría seguir hablando, pero debo irme para la oficina.
La verdad es que sí, pero no sé qué decirte y no quiero que me veas así.
-Dale, entiendo. Siempre tan ocupado…
Tan ocupado para no darte cuenta que a esta hora ya saliste de la chamba…
-Tú sabes, siempre joden por cualquier cosa.
Cómo puedes no saberlo… Te ignoré por cosas que ahora ya no importan.
-¡Y tú siempre tan responsable!
Sí, responsable con todo, pero menos con lo que fuimos.
-Bueno, hablamos después para que me cuentes de tu vida.
¿Cómo mierda pretendo hacer eso si me tiene bloqueado de sus redes sociales? Qué huevón puedo ser.
-Ya, está bien.
¿Acaso no sabes que te bloquee? Debo revisar eso llegando a casa.
-Adiós.
Espero verte otra vez en mi vida.
-Chau.
Espero no verte más en mi vida.