Hilo azul
Atado a la cintura la cordura de esta noche, volaste a ojos cerrados. No tan alto para no desmayarte en el intento de vivir más allá de nuestro tiempo ni tan cerca como para prohibirnos de los recuerdos que alimentan el amor. Volaste hasta rozarnos los dedos mientras recogía el hilo azul en una madeja para hallarnos en la oscuridad, tú dormida y atada a los sueños y yo en los sueños de atarte a mi vida antes de dormir.
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