The Sarco, la cabina para suicidarse sin dolor

The Sarco parece un mal chiste, incluso un capítulo de Black Mirror, pero alguien tuvo la idea de crear esta máquina de suicidios. ¿Cuánto demora el trámite? Cinco minutos, ni más ni menos. No veo la importancia de esto último, porque al final ni la vas a contar.

Quizá pienses que The Sarco fue inventado por un sádico y amante de la muerte, pues todo lo contrario: quien está detrás del proyecto es un médico australiano defensor del derecho a morir dignamente.

Philip Nitschke es conocido en Europa por ser el primer médico en practicar la eutanasia en los Países Bajos tras su legalización en 2001. Para el ‘Doctor Muerte’, los seres humanos son ‘entidades autónomas’ capaces de decidir cuándo quitarse la vida por las razones más adecuadas. La cuestión es cómo quitarse la vida sin sentir dolor.

«La forma más común del suicidio en Australia es colgándose, pero antes de escoger esta forma hay casi siempre varios intentos fracasados con barbitúricos. La gente quiere una muerte pacífica», señaló Nitschke.

The Sarco es una cabina imprimible en 3D y hace que no sientas los estragos del suicidio. Lo que hace el sistema es liberar nitrógeno hasta que el usuario muere a los cinco minutos.

«Al minuto y medio te empiezas a notar desorientado, como si te hubieses tomado una copa de más. Un par de minutos después, pierdes el conocimiento. En cinco minutos, te has ido», explica el portal The Vice.

¿Será acaso la máquina perfecta para un asesinato? Todo lo contrario, The Sarco solo puede activarse desde el interior de la cabina, por lo que no se puede matar a alguien más.

Si estás interesado en echar un vistazo a los planos de The Sarco, tendrás que responder correctamente a las preguntas de un cuestionario online. Aquí mismo puedes leer el manual de uso.

¿Qué les parece? ¿Acaso estaría bien prohibir algo así? Pues una persona se puede suicidar con un cuchillo y los cuchillos no están prohibidos. Lo importante, como dice el mismo Nitschke, es ofrecer una solución indolora para quienes están decididos que la vida que tienen no es vida… Morir también es una opción agradable -y la última- para una buena vida.