Shoji Morimoto, la razones para alquilar a alguien que haga nada

Todo tiene un precio en esta vida, incluso las personas. Como no podía ser de otra manera, hay alguien en Japón que se gana el pan de cada día alquilando su tiempo. Así es, nada más, pagas y tienes al buen Shoji Morimoto allí donde lo necesites, haciendo lo que le pidas y listo. Gracias, un apretón de manos y se acabó.

¿Para qué necesitas alquilar a alguien? Lo más inmediato es pensar en actividades que requieran un mínimo de mano de obra poco calificada. Morimoto no tiene esa necesidad tras haber estudiado Física y con un postgrado sobre terremotos. Su rubro, en el que viene trabajando desde 2018, es otro.

“Te rento una persona (yo) que no hace nada. Siempre acepto solicitudes. Solo debes pagar 10.000 yenes japoneses (US$100), gastos de transporte desde la estación y la comida y la bebida. Solicitudes y consultas por mensajes directos”, reza el perfil de Morimoto en Twitter.

Morimoto contó a BBC Mundo que las solicitudes más comunes son de quienes necesitan compañía para hacer las compras, salir a comer sin sentir el agobio de la soledad y buscar una segunda opinión.

Hay casos excepcionales como la vez que fue contratado para acudir a una estación de tren y despedir a una persona que se mudaba de ciudad. También hubo quien necesitó de su apoyo para terminar una maratón.

«Me dijo que no creía que fuera capaz de completar la carrera y decidió alquilarme para aumentar su motivación. Al final terminó la maratón y le premiaron con una medalla”, contó.

Me pregunto qué tanto bien hace alquilar el tiempo de alguien para sentirse menos solo. Se supone que los amigos lo hacen gratis, pero gastar dinero por la misma experiencia hace que moneticemos las relaciones sociales. Ya no sentirás la necesidad de conocer a más personas en la ciudad si sabes que puedes pagarlo.

Sé que suena exagerado. Imagino que eso depende de la psique de cada persona. Habrá quienes sepan diferenciar la amistad de un simple contrato de alquilar de individuos. Al menos, pagar 100 dólares por cada salida es un lujo que pocos se lo pueden permitir.