Los solteros no siempre la pasan bien

Siempre me ha llamado la atención cómo en redes sociales se festeja la soltería con imágenes superficiales de juergas, frases de empoderamiento como quien lucha en solitario contra el mundo y libertad plena para la vida nocturna.

Me pregunto, ¿acaso no se puede hacer lo mismo estando en pareja? ¿O es que las relaciones son entendidas como estructuras limitantes de la actividad individual según el imaginario colectivo?

Eso es un rollo bastante amplio, pero lo que busco introducir es que existe un discurso en beneficio de la soltería como si fuese asediada por cierto prejuicio social. Aunque el discurso a favor de la soltería me parezca ridículo por los beneficios superficiales de estar ‘solo’, sí coincido con que existe la discriminación contra los solteros.

Esto me lleva a un interesante artículo de Helen Betya llamado Is There Something Odd About Being Single?, que fue publicado en el New York Times.

LOS SOLTEROS EXTRAÑOS

La sociedad, ideada como la congregación de varias personas bajo un mismo sistema de valores en beneficio de la convivencia social, naturalmente tendría dificultades para asimilar la soltería. Sucede que estar ‘solo’ significa, además de “andar sin compañía”, un desapego a esta máxima de vida comunitaria, de esta idea de funcionar mejor ‘en grupo’.

“Hay algo extraño en la soltería, en el sentido literal y también en el hecho de que implica una amenaza a las convenciones con las que la mayoría de las personas organizan sus vidas“, señala Helen según su experiencia.

Ir en contra de las convenciones sociales hace que los solteros experimenten cierta vergüenza. A veces, por ejemplo, los solteros son excluidos de salidas en pareja, a pesar de que todos sean amigos. ¿Pero qué es exactamente esa vergüenza?

“Después de todo, la vergüenza es dolor con algo más: nos muestra más sobre las comunidades donde vivimos y las historias que contamos de nosotros mismos. Lo que revelaba mi propia vergüenza era un deseo de conformarse. Y cuando percibí la soltería como algo afín a la extrañeza, me sentí agradecida con el recordatorio de la comunidad LGBT acerca de que la convención no debe dictar cómo se definen las relaciones. Lo opuesto de la vergüenza, desde luego, es el orgullo“, agrega Helen.

CONVENCIONES SOCIALES

Ser consciente de las convenciones sociales resulta liberador, porque reduces el estrés sobre si lo que haces “está bien” o “está mal” según el ojo crítico de la sociedad, pero de qué sirve si es que aún así la colectividad no cambia de perspectiva.

La resistencia se debería al desafío que propone el soltero en una vida plena frente a las relaciones románticas.

“Decirles a quienes no se han casado que están ‘solos’ es pretender que el matrimonio implica compañía, no solo un conjunto de privilegios históricamente reservados a las parejas de mucho tiempo. Pero cuanto más he sido soltera, más me he dedicado a la compañía en forma de amistades cercanas que enriquecen mi vida. Prosperar como soltero no desafía las convenciones del género ni la sexualidad, pero sí rebate la noción de que las relaciones románticas deben tener prioridad por encima de otro tipo de relaciones“, sentencia Helen.

Esa lógica hace que la soltería sea considerada como un tipo de relación superficial y hasta temporal, como si fuese una estación de tránsito, porque nadie quiere ser ‘soltero’ por esta idea de ‘soledad’ implícita cuando, en realidad, existen otros tipos de relaciones que merecen el mismo cuidado y atención que puede haber en una relación romántica.

Todo esto me lleva a la siguiente reflexión final: el problema con la soltería no es la soltería en sí, sino la indiferencia que tenemos hacia los demás tipos de relaciones por pensar que estás soltero, como si este fuera un mantra que contamina tu vida social.

Así que soltería no es lo mismo que soledad. Se puede andar soltero sin sentirse solo y no creas que es yendo a juergas universitarias ni cerrando cuanto bar exista en las calles. Como diría Helen, “la soledad se disipa cuando encuentras comodidad y placer en tu propia compañía“.