¿Por qué el tiempo pasa más rápido cuando envejecemos? Hablemos de la Ley de Weber

Los años parecen durar cada vez menos. Esto es bastante natural si tenemos en cuenta que con la edad nos impresionamos menos, las experiencias se vuelven más cotidianas y son cada vez menos las cosas que nos sorprenden. Todo eso hace que uno ya no le preste la misma atención al tiempo, no como cuando eres adolescente y vivías a flor de piel.

Imagino que esta lógica la tiene el común de la gente, pero -como me encanta complicarme la vida- resulta que hay una explicación más elaborada para dar cuenta con algo no tan obvio.

Ley de Weber

El médico alemán Ernst Heinrich Weber (1795-1878) hizo un importante aporte a la fisiología y la psicología con un interesante algoritmo -desarrollado posteriormente por Gustav Theodor Fechner- sobre la memoria humana.

Lo que Weber había descubierto es que la comparación de dos estímulos pequeños resulta mucho más fácil cuando basta una diferencia mínima entre ambos para distinguirlos, algo que no sucede con los objetos grandes.

Por ejemplo, la diferencia entre una pesa de 100 gramos y de 120 es más fácil de detectar que entre una de 200 gramos frente a otra de 220.

Ahora, sucede que esta misma lógica sucede con la percepción del tiempo.

«Aunque un año tiene siempre la misma duración, la relación entre lo que dura uno y el tiempo que llevas vivido es cada vez más pequeña», explica la matemática Hannah Fry en un video del canal de YouTube Numberphile.

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O en buen cristiano: cada años que pasa es perceptualmente menos según el total de nuestra vida. Cuando éramos niños, la duración del año parecía interminable mientras que el mismo lapso ya parece insignificante en la adultez.

Definición del tiempo

Resulta fácil pensar en el término tiempo en cuestión de unidades como días, horas y segundos. ¿Pero eso realmente es el tiempo? Para hablar con propiedad, mejor echemos un vistazo a lo que tiene la Real Academia Española para ofrecer.

  • Duración de las cosas sujetas a mudanza.

  • Magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro, y cuya unidad en el sistema internacional es el segundo.

  • Parte de la secuencia de los sucesos.

  • Cada uno de los actos sucesivos en que se divide la ejecución de algo; como ciertos ejercicios militares, las composiciones musicales, etc.