Por qué la gente piensa que estás molesto al poner tu “cara normal”

“Descuida, así es mi cara”. Esta frase la he dicho miles veces para explicar que no ando enojado ni feliz en las reuniones sociales. Solo estoy en modo neutro, en un estado en el que mi rostro no expresa ninguna emoción, porque simplemente ando pensando en equis cosas.

Quizá te ha pasado, y quizá también te hayas preguntado a qué se debe tanta curiosidad o prejuicio de la gente sobre nuestros rostros en estado neutro. ¿Será acaso que tenemos un rostro molesto por naturaleza? ¿O es que la gente tiene algo contra nosotros? Veamos la explicación más al detalle.

Problemas de interpretación

No es culpa de tu cara. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Journal of Social and Personal Relationships, algunas personas que crecieron con padres conflictivos tienen dificultades para interpretar los gestos intermedios, debido a la costumbre de aguardar por las señales que indicaban un próximo enfrentamiento.

Según la psicóloga Alice Schermerhorn, autora de la investigación, “las interacciones neutrales podrían no ofrecer información suficiente, de modo que los niños no las evalúan y no aprenden a reconocerlas”.

Otro hallazgo interesante de Schermerhorn fue comprobar cómo los menores interpretaban con la misma frecuencia los rostros felices y enojados en los gestos neutrales, dando cuenta de cierto condicionamiento del menor según los requerimientos de su interacción. Quienes buscaban una interacción benigna, por ejemplo, solían tener dificultades para reconocerla.

Los rostros neutros -por decirlo de alguna manera- son tan difíciles de interpretar que la psique acude a las experiencias pasadas, dentro de un marco de estabilidad emocional, para descifrar un gesto determinado.

A esto se suma un elemento más que condiciona dicha interpretación: la ansiedad o la depresión. “Es probable que quienes padecen trastornos de ansiedad identifiquen temor cuando no lo hay, [además de que pueden] clasificar erróneamente expresiones neutrales como si se trataran de enojo, temor o simplemente expresiones negativas en general”, señaló Abigail Marsh, directora del Laboratorio de Neurociencia Social y Afectiva de la Universidad de Georgetown, al New York Times.

Veredicto final

No hay de qué sentirse mal cuando nuestro rostro neutro sea confundido por enojo o fastidio. En realidad, esas interpretaciones son reveladoras al dar cuenta de la psique de cómo es la gente que nos rodea.

¿No sabes precisamente cómo es un rostro neutro? La siguiente imagen muestra varios rostros con diferentes gestos faciales. La columna de la izquierda son los rostros neutrales. Podrás notar cómo las cejas y los labios se posicionan formando dos líneas paralelas.

Quién diría que podemos hallar más información de nosotros mismos en la incertidumbre de no poder identificar el rostro de los demás.

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Foto: Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos