En los confines
En los confines
de una madrugada
extendida,
me perdí
en tus bordes,
en las líneas
de tu espalda
marchita,
las nubes
donde dormí
tantos sueños
confundidos
entre tu magia
y la realidad.
Hizo falta
más de una noche
para decirte
que te conozco
desde los nervios
hasta las costillas
de tu desierto,
de la comisura
de tu piel
donde se esconde
el deseo
de hacerte
inolvidable,
donde encuentro
lo que nunca
quiere separarse
de mí.
Fue en algún
lado de tu espalda
donde vagué
hasta el final
de las horas,
hasta el instante
en el que abrimos
los ojos
con la esperanza
de tenernos
tendidos
en el mismo
lugar donde
nos despedimos
al soñar.