Doble homicidio

No te muevas
que sentirte
lejos y la vez
a mi lado
me recuerda
las mitades
infinitas
de nuestras
distancias.

No te calles,
pequeñita,
que así echada
tus labios besan
lo más cerca
que estaremos
del cielo.

No dejes de hablar,
no calles nunca,
aunque sientas
la angustia,
aunque temas
a tu curiosidad.

Quizá no me creas,
o sientas que
no es verdad,
lo agradable
que es deshacerme
en tus aires,
marchitarme
en tus ventanas,
hallarme al verte.

Quédate así,
miremos el techo
buscando figuras,
constelaciones
en la madera
y lucecitas,
darnos un tiempo
para la locura
y nuestras invenciones,
tomarte de la mano
cuando haya marea.

Silencio…
Quédate así…
Que nos confundan,
que los cuerpos
parezcan abandonados
y se sientan ajenos.

Salgamos
de nosotros,
salgamos
de los demás,
salgamos
siendo otros,
salgamos
al mar.