Las desopilantes aventuras de Ray Dhrama (II)

Dígame, señorita… ¿Se refiere a un tipo así de este vuelo con lentes negros y cara de cojudo? Sí, ya me acordé de él… Lo habré visto unos dos días atrás, señorita… Aquí por esta parte del barrio es raro ver gente así, pe señorita. No entiendo cómo no le han robado.

¿Como me dice? ¿Si hablé con él? Sí, claro, estaba frente a mi puesto de periódicos. Allí parado donde está usted, señorita, exactamente allí. Solo miraba las portadas de los periódicos, no se inmutaba a decir algo más. Estaba así, paradito todo cojudito observando los titulares. Habrá estado así unos diez minutos. Saqué mi cabeza del puesto para ver si podía contestarme, fue entonces cuando…

-¿Desea un periódico, joven?
-Lo que deseo es saber la verdad, señor… Veo que tiene muchos periódicos…
-Sí, así es…
-Sí, ¿pero cuál de todos ellos dice la verdad? Si la verdad solo es una, ¿los periódicos no tendrían que informar de lo mismo? ¿Por qué habría más de un periódico si la verdad es una sola y absoluta? Será que uno de estos periódicos miente o alguien quiere hacernos creer que hay verdades más verdaderas que otras. Pero de eso usted qué sabe… Solo le importa vender papel con letras, con ilusiones que la gente desea, anhela y quiere creer como verdad. ¿Pero acaso usted no filtra los periódicos? ¿No los lee primero para saber cuál es más verdadero que otro y así guiarlos hacia la verdad? Usted solo me pregunta cuál periódico deseo, ¡pero yo quiero saber la verdad!
-¡Policía! ¡Saque a este loco de mierda!

Le eché la botella de agua encima, porque no sabía de lo que sería capaz… Lo siento señorita, sé que no es para haberle hecho eso, pero actuaba tan malea’o que ya pues, daba miedo pe señorita. ¿Si era uno de esos locos con palo? Cómo saberlo, pues… Usted también debe pensar que este barrio no es inocente, pe…

Sí, está bien, señorita. Aquí guardo su tarjeta. Si lo vuelvo a ver, le daré una llamada… Amiga, aunque sea cómpreme algo, ¿no? Yo le contesté sus dudas… Está dos soles el agua… Aquí tiene el cambio. Hasta luego, señorita.