Los expertos que nada saben

¿Qué saben del amor los expertos en enamorar? Imagino que tienen mucha destreza para operar con facilidad en los siempre “mágicos” primeros momentos entre dos personas que recién se conocen. Digamos que aprovechan ese lapso para jugar con las apariencias y así amoldar la imagen personal con los intereses del enamorador.

Sin duda estos expertos tienen una habilidad tremenda para anticiparse a la lógica femenina. Saben muy bien cómo adaptarse a las circunstancias e incluso dar consejos a sus amigos para evitar la friendzone. Cuentan con la habilidad de potenciar aquellos elementos que resalten el atractivo y de reconocer los puntos débiles de cualquier chica para ser atraídas según sus gustos. Es prácticamente como una puesta en escena.

Ahora no necesariamente por ser un experto en enamorar es un mujeriego. Cabe señalar que “mujeriego” no es precisamente un infiel nato. De acuerdo con la RAE, el mujeriego es un “aficionado a las mujeres”, por lo que su actividad de afición puede ser desde el gusto de conversar con ellas hasta el sexo duro y salvaje. A lo que voy es que hay muchos matices para pensar que todo mujeriego es infiel, pero resulta que la realidad es aún más amplia.

Sin embargo, el sentido de infidelidad varía según cada pareja. La fidelidad es como cualquier pacto entre dos partes: existen interpretaciones y condiciones para determinar qué cosas están prohibidas o permitidas en la relación. En ese sentido, cada quien valora las circunstancias según su modo de interrelacionarse con su pareja.

Pero volvamos al inicio. ¿Qué saben del amor los expertos en enamorar?

Reconozco el talento que tienen. No hay que ser mezquinos con quienes saben aprovechar su capacidad de adaptación a las circunstancias ante una mujer. Pero temo que poco o nada saben del amor, porque no se han tomado el tiempo y la dedicación de experimentar una relación en profundidad. Si bien cuentan con las habilidades antes descritas, lastimosamente eso sirve de poco cuando se ama a una sola mujer, debido a que la puesta en escena se derrumba constantemente ante la evolución natural de la pareja.

No siempre somos los mismos cuando iniciamos una relación y eso significa ser auténticos en cada momento, no crear ilusiones con artimañas que -si bien pueden resultar a corto plazo- solo generan contradicciones en la pareja. Por esto el experto se vería siempre en aprietos, actuaría prácticamente como un bombero que apaga incendios por doquier, sin disfrutar de la relación por culpa de una personalidad indeterminada.

Lástima que los expertos en enamoramiento son ovacionados por una sociedad machista, en la que la virilidad se mide por cuántas mujeres abrieron sus piernas al macho alfa. Esto hace que no reparemos en profundidad sobre la relación en pareja en sí, ya que el experto se limita a la congratulación personal a través del resultado y no de su compromiso por una relación estable.