Tiempo al tiempo, ¿realmente funciona?

Hagamos de la vida una ciencia y de las circunstancias un problema matemático que debemos solucionar para dar con el siguiente paso. Como no todos tienen el mismo nivel de habilidad, unos resolverán el problema más rápido que otros. La respuesta puede ser algunas veces la misma para todos o también equivocada, por lo que se requiere aún más de tiempo.

El tiempo sencillamente es relativo, por lo que “dar tiempo” a los problemas para que se solucionen significa que no somos muy hábiles emocionalmente hablando para dar con la respuesta segura (no necesariamente la correcta). Siguiendo el ejemplo del acertijo matemático, mientras más problemas resuelvas o analices desde el principio harán que tengas mayor experiencia y así evitar el engorroso papeleo anímico de “dar tiempo al tiempo”.

Obviamente, creo que todo esto también pasa por la confianza de uno mismo para estar seguro si la respuesta es la correcta, ya que dudamos ante cualquier tipo de pregunta matemática. Si me lo preguntas, pienso además que esto se debe a que las circunstancias de la vida son enigmas no de opción múltiple, sino para rellenar con nuestro mejor argumento de que estamos haciendo lo mejor.