Un simple paseo en bote

En el lago de la Casa de Campo hay un servicio de alquiler de botes. Esto lo supe desde la primera semana que llegué a Madrid -hace ocho meses- y hasta ahora nunca me envalentoné a rentar uno. Destaco la palabra ‘envalentonarse’ no porque tenga miedo al agua, sino porque evito la soledad que provocan las cosas que naturalmente se comparten entre dos. No sabía qué hacer. En realidad deseaba estar en el medio del lago, dejándome llevar por la corriente artificial del lago. Pero supe que esa experiencia no…

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