Paltita

Paltita es la mujer que me gusta por sonreír así llueva o truene, nieva o solee, invulnerable al pesimismo y risueña incluso para dormir. Puede golpearte la cara para contagiarte la sonrisa y es experta en el arte de picarte las costillas antes de soñar sin arruinarte el sueño mientras sueño con ella agotado de las ganas de no dormir. Me gusta por ser habilidosa en el sigilo de palmearte el trasero así sea en la calle porque somos fáciles de olvidar para el resto mientras nunca nos olvidamos de nosotros mismos. Y me gusta especialmente por todas esas cosas que aún desconozco de ella, así alimenten la incertidumbre, porque aún con esas, o a pesar de esas cosas, Paltita sabe enamorarme en cada brinco por susto y en cada gusto cuando duerme conmigo.