La palabra japonesa para los libros que compras y no lees
Hace un tiempo escribí sobre las razones para ser un comprador compulsivo de libros. La idea giraba principalmente en la oportunidad de gastar el dinero destinado a libros en la primera oportunidad que veas una obra interesante para tu biblioteca personal. Tarde o temprano igual acabarás haciendo ese gasto, y mejor es hacerlo en un solo plazo -o como dice mi padre, en un solo dolor- que ir gastando a plazos cada vez que no tengas qué leer.
Ahora, quizá te digas que no vale la pena comprar libros de más si es que no los estás leyendo o quizá nunca lo leas. En esos casos, uno puede decir que el gasto fue un despilfarro; sin embargo, hay motivos para tener una biblioteca llena de libros que aún no pasan por tus ojos.
Lo usual es sentir culpa de no estar leyendo los libros que adquieres, porque solemos dar cuenta de lo que conocemos a partir de las obras que disfrutamos eventualmente. Digamos que leyendo formamos nuestro propio mundo, la manera en cómo lo interpretamos. No obstante, el desconocimiento -y por extensión, los libros que aún no lees- también forma parte de esa interpretación del mundo. La incertidumbre es tan determinante como el conocimiento para tener una idea de cómo funciona el universo.
Al respecto, Nassim Nicholas Taleb escribió en su libro The Black Swan lo siguiente respecto a las bibliotecas personales.
«[La biblioteca] debe tener tanta información desconocida como lo permitan tus finanzas, las tasas hipotecarias y el actual estado tan limitado del mercado de bienes raíces. Acumularás más conocimiento y más libros conforme envejezcas y, desde los estantes, el número creciente de libros que no has leído te parecerá amenazador. En efecto, cuanto más sepas, más grandes serán las filas de libros no abiertos. Digamos que esa colección de libros sin leer es una antibiblioteca”.
Ahora, ¿cuál es la palabra precisa para todos aquellos libros que no has leído aún? El español no tiene la solución; el japonés, sí. El término es «tsundoku» y está relacionado a la compra de todo material de lectura que acaba amontonándose sin leerlos.
«Tsundoku» es un término de argot japonés que proviene de la unión de los términos tsunde oku (積んでおく), que significa empacar cosas listas y dejarlas para más tarde, y dokusho (読書), lectura de libros. También se utiliza para referirse a los libros listos para una lectura posterior cuando están en una estantería. En su grafía actual, la palabra combina los caracteres de «apilar» (積) y «leer» (読).