Kant te dice cómo debes comportarte en el transporte público

Viajar en transporte público puede ser un infierno si es que nadie está dispuesto a colaborar con un poco de civismo en un espacio tan reducido.

Ya los afiches de normas y conductas dentro de los buses no tienen sentido, a pesar de que la mayoría de capitalinos sabe leer. No se trata de no entender, de no visualizar el mensaje, sino que simplemente no nos da la gana de hacerlo, incluso sabiendo que está mal hacer cosas como abordar por la puerta trasera del bus, sentarse en los asientos reservados o pararse en la puerta del metro, haciendo más difícil el ingreso o salida de los pasajeros.

TE LO DICE KANT

Pero qué tal si vamos más lejos, porque la gente no está dispuesta a entender con manzanitas. ¿Qué les parece algo de Immanuel Kant, uno de los grandes filósofos de Occidente?

En su obra «Fundamentación de la metafísica de las costumbres», Kant desarrolla el concepto del imperativo categórico como un modelo de conducta según principios universales. Mejor que él mismo lo explique.

Obra solo según aquella máxima por la cual puedas querer que al mismo tiempo se convierta en ley universal. Obra como si la máxima de tu acción pudiera convertirse por tu voluntad en una ley universal de la naturaleza.

Aunque no lo creas, toda esta lógica fue aplicada por un publicista para hacer que los usuarios del TRAM de Barcelona (España) disfruten de un viaje más placentero con algo de civismo.

KANT EN EL BUS

Christian Flores, autor del video Pensa en Kant, supo traducir el mensaje del filósofo alemán a un divertido spot en el que Kant explica cómo el imperativo categórico es importante para la convivencia dentro de espacios comunes.

«Todo lo que haces debe estar pensado como si fuese una ley universal». Simple, directo y sin objeciones. Solo se trata de pensar en que si hacemos algo, ese «algo» tiene que ser lógico y absoluto si es que todo el mundo lo hace sin perjudicar a nadie.

Un ejemplo sencillo. No tiene sentido colarse en el bus sin pagar, porque si todo el mundo lo hace, no habría ganancias para la empresa de transportes y dejaría de operar tarde o temprano.

Un poco de filosofía para aprender algo de civismo en el bus es bastante divertido.