Cómo preparar la “taza de té perfecta” según George Orwell
Preparar una taza de té es un arte… o como me gusta decirlo, un “arté”.
Lo sé, chiste tonto, pero volviendo a la seriedad -tan propia de las cosas que importan-, hay todo un ritual para prepararse una buena taza de té.
¿Se pone primero el filtro o el agua caliente? ¿Se le echa azúcar? ¿Cae bien si está más cargado? ¿Cuántas bolsitas? Parecen preguntas tontas, pero cada detalle cuenta. El escritor británico George Orwell puede dar fe de eso en su ensayo Una deliciosa taza de té publicado en 1946.
ESCOGE BIEN LA HIERBA
“Uno debe usar tés provenientes de la India o Ceylán. El té chino tiene virtudes que no deben ser despreciadas hoy en día –es económico , y uno puede beberlo sin leche– pero no hay mucho estimulo en él. Uno no se siente más sabio, más corajudo o más optimista luego de tomarlo. Todo aquel que haya usado esa reconfortante frase ‘una rica taza de té’ está queriendo decir, de té indio”.
TETERAS PEQUEÑAS
“El té tiene que hacerse en pequeñas cantidades ya que el que se sirve desde un jarrón es siempre insípido, mientras que el té del ejército, hecho en un caldero tiene gusto a grasa y blanqueador. La tetera debe estar hecha de porcelana o terracota. Las teteras de plata o peltre inglés producen un té inferior y las esmaltadas son aún peor; sin embargo, una tetera de peltre lo que es una rareza hoy, no está tan mal”.
EL ORDEN DE LAS COSAS
Primero debe calentarse la tetera antes de ponerla a preparar té.
TÉ FUERTE
“Los verdaderos amantes del té solo toman té cargado”. Al menos, para un litro de agua, deberás utilizar seis cucharas de té colmadas. “En tiempos de racionamiento, esto no es algo que se pueda concretar todos los días de la semana, pero sostengo que es mejor una taza de té fuerte que veinte suaves. A todos los verdaderos amantes del té, no solo les gusta el té fuerte, sino que les gusta un poco más fuerte tras cada año que pasa”.
NADA DE COLADORES
“Echa el té directamente en la tetera. Nada de coladores, bolsas de muselina u otros elementos que aprisionen el té y eviten que las hojas toquen directamente el agua o no queden residuos”.
AGUA HIRVIENDO, LUEGO LA HIERBA
“Deberíamos mantener la caldera sobre el fuego mientras se vierte el té dentro”.
REMOVER LA TETERA
Debes hacer que la hierba se agite dentro del envase. Trata de no quemarte con la tetera.
LA TAZA ES IMPORTANTE
“Toma el té en una buena taza de desayuno, no en una de esas planas y pequeñas. La taza de desayuno lleva más cantidad y en la del otro tipo el té se enfriará antes de haberlo empezado a beber”.
EL TÉ Y LA LECHE
“Quita la nata de la leche antes de echarla al té. Aquella leche que es muy cremosa dará un gusto desagradable al té”.
EL TÉ Y LA LECHE II
“Uno debe verter el té primero en la taza. Este es uno de los puntos más contradictorios de todos; sin lugar a dudas en cada familia británica hay probablemente dos escuelas de pensamiento en este asunto. La escuela de poner la leche primero puede esgrimir argumentos bastante fuertes, pero mantengo mi propia convicción. Esto es que al verter el té primero y revolver mientras se agrega la leche, uno puede regular exactamente la cantidad de ésta mientras que de la otra manera podemos poner demasiada”.
OLVÍDATE DEL AZÚCAR
“Por último, el té, al menos que uno lo tome al estilo ruso, debe ser bebido sin endulzar. Sé que pertenezco a una minoría en esta opinión. Aún así pienso: ¿cómo se puede ser un amante del té y destruir su sabor poniéndole azúcar? Sería igualmente razonable ponerle pimienta o sal. El té debe ser amargo, al igual que la cerveza que también debe ser amarga. Si se lo endulza uno ya no tiene el sabor del té sino el del azúcar. Se podría hacer una bebida muy similar disolviendo azúcar en agua caliente sola. Algunas personas pueden contestar que no les gusta el té en sí mismo, que solo lo beben para calentarse y sentirse estimulados, y que necesitan el azúcar para sacarle el gusto. A esta gente desorientada les digo: prueben tomar té durante alguna vez sin dulce y no lo volverán a querer dañar con azúcar”.