Los beneficios de la lectura para nuestro cerebro, según la ciencia

El matemático y astrónomo inglés John Herschel dijo alguna vez que la afición a la buena lectura hará feliz a la humanidad. La idea es bastante romántica, ¿pero cuál es el sentido real de la felicidad?

La idea más inmediata de la lectura es que acudimos a ella para informarnos de lo que sea. Puede ser un periódico o una novela de ficción, la lectura siempre es un medio a través del cual nos llega información respecto a “algo”.

Hay que ser bastante curioso, por lo tanto, si es que uno acude a la lectura para satisfacer esa urgencia por más conocimiento. Pero qué tal si este beneficio a la intelectualidad no es suficiente para convencer a quienes no tienen el hábito de la lectura. ¿Qué otras razones puede haber? La ciencia felizmente tiene varias respuestas.

Beneficios de leer todos los días

Un estudio desarrollado por la Universidad de Londres comprobó que la lectura aumenta el vocabulario, incluso en la edad adulta. La investigación dio seguimiento a una misma muestra a los 16 y 42 años. A la edad más temprana, los consultados fueron sometidos a un test de vocabulario, dando un 55% de puntaje promedio. Más tarde en la vida adulta, los encuestados fueron nuevamente sometidos a la prueba y dieron con un 63% de puntaje promedio.

Otro beneficio de la lectura es el incremento de la empatía. Según una investigación de la Nueva Escuela de Investigación Social de Nueva York, los aficionados a las obras literarias de ficción desarrollaban algo denominado la “teoría de la mente”, la habilidad de comprender los estados mentales del resto para contruir relaciones sociales.

¿Vives estresado? Nada que un buen libro no pueda solucionar. La Universidad de Sussex de Reino Unido detectaron que la lectura durante seis minutos reduce el estrés en un 68%, una actividad más relajante que dar un paseo (42%), beber alguna infusión (54%) o escuchar música (61%).

La lectura, finalmente, es una especie de alimento para los circuitos cerebrales. La Universidad de Emory en Estados Unidos analizaron a un grupo de estudiantes de pregrado que tenía como encargo leer la novela Pompeya de Robert Harris. Los resultados revelaron que hubo una mayor conectividad en las áreas del cerebro involucradas en la receptividad del lenguaje y sensaciones físicas.

Con qué libro empezar

Si ya te animaste a buscar un libro para obtener todos estos beneficios, te recomiendo escoger cualquiera que te guste. ¡CUALQUIERA! No te dejes llevar por la opinión de los demás, escoge una obra que sea para tu deleite personal. No importa si es novela, historia o cómics, la cuestión es hallar te interese leer para así dar paso a cuestiones más complejas.

Para evitar la frustración, empieza con obras cortas y aprovecha el tiempo libre para dar curso a la lectura. El transporte público es un buen espacio para leer mientras matas el tiempo en el tráfico. Caso contrario, dedica al menos una hora a leer antes de dormir. Quizá esa hora diaria te parezca insufrible, pero las cosas se calman si es que se trata de un libro que realmente quieres acabar por lo interesante que es.