No lo leas

No leas esta línea
como si fuese
el pie de nota
de una confesión
sincera.
No lo leas
esperándome
al otro lado
del teléfono
aguardando por
una respuesta.
No leas
lo que viene
con juicios
concluidos,
con cautela
de romper
cualquier cosa,
con la esperanza
de hallarte
perfecta…

Solo léelo
como un boceto
hecho a partir
de un solo
garabato
de alegría,
como una pieza
irrepetible
de anécdota viva,
como una historia
congelada,
como un tributo
a tus ahora
que me acompañan.
Léeme así,
desnudo en la prisa
de no dejar escapar
lo que ignoras…
Lee esta línea
como si sintieras
mi libertad
de desprenderme
de los tapujos,
de mi tartamudez,
de darte algo
sin recibos
ni reclamaciones,
de obsequiarte
mis instantes
de delirio creativo…
Léeme, por favor,
regalándote
lo más noble
de mis sensaciones.