Los hombres también sufrimos del machismo
Ser hombre en una sociedad machista es difícil.
Según la Real Academia Española, el ‘machismo’ es una actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres. Lo que personalmente añadiría a esta definición es que dicha actitud de prepotencia también afecta a los hombres que piensan diferente.
Algo que particularmente me afecta es el prejuicio machista contra la libertad sexual de las mujeres. Mientras los hombres se felicitan por la cantidad de mujeres encamadas por noche, las féminas son tildadas de putas, perras y zorras. ¡Pero qué mierda más grande!
El problema con este aspecto del machismo siendo hombre es que te ganas el descrédito de todos quienes comparten esta idea retrógrada. Cuando defiendes la libertad sexual de las mujeres, los demás hombres te califican como estúpido, engañado, afeminado e ingenuo. Piensan que por defender a las mujeres realmente estás provocando un desorden social, cuando en realidad cuestionas el supuesto poder de los varones más conservadores.
Realmente es difícil de asimilar cuando afecta tu círculo más íntimo. Me da tanta rabia observar la hipocresía de exigir a las mujeres cierta conducta, mientras los hombres hacen totalmente lo opuesto. ¡Ah, pero ellos sí pueden porque son hombres!
Confieso que esto sucede frecuentemente cuando un hombre termina con su enamorada para sacar los pies del plato y luego volver con ella. Hay quienes no toleran que sus parejas (o exparejas) mujeres disfruten de su sexualidad como lo hacen los hombres, porque ellos manejan una especie de código para evaluar qué tan ‘cachero’ eres.
Si alguien se entera de lo que hizo tu chica a tus espaldas, pues quedas como el idiota ‘cachudo’. ¡Ah, pero si tú siendo hombre hiciste lo propio, pues eres un campeón! Hipocresía total. ¿Cuál es la lógica?
El machismo es un fantasma omnipresente que presiona a los hombres a cuidar un ‘honor’ inventado, basado en una lógica dominante en contra de las mujeres. O lo que puede ser peor, las mujeres machistas que aceptan su subordinación al hombre. Esto no hace más que alimentar al monstruo.
Espero seguir con vida para cuando el machismo sea erradicado al menos en mi país. Lo dudo bastante, porque el conservadurismo religioso en Perú alcanza niveles insospechados para quienes defienden la libertad de las mujeres. Pero nada se pierde con luchar. Muerte al machismo. Vivan las mujeres. Aquí tienen a un infiltrado entre el enemigo.
Foto: Jaluj – Wikimedia Commons
Gracias!
Gracias a ti! 🙂