Antianiversarios
Lo mejor cuando me insultas es que sabes bien que no soy lo mejor,
que no te prometo más estrellas que los desconocidos,
que te pillé en una y te maté
y hacer el amor como dos asesinos a sueldo,
de dos mercenarios con gratificación.
Y lo mejor debe ser, quizás, oírte gritar, porque haces discontinuo
el silencio si es que ya sabemos todo de nosotros mismos.
Que manches las paredes con comida
al decirte que hay mejor que tus experimentos
y me tienes como conejillo de indias.
Te convenzo, quizás, que lo mejor de todo es cuando las dianas
se terminan y con ella las batallas que combatimos,
Que lo mejor es cuando cuelgas y decís que no das para más,
porque sé que dentro de unas horas volverás a llamar
preguntándome por qué.
Que lo mejor de lo peor del amor es cuando se versa
en maravillas que nunca pasan. Que no despiertas
si te beso, que no desencantas con mi encanto,
que dices “mierda, acaso no entiendes”
y sin dedos de frente confieso por verso
estos versos que se ahogan
en el vaso inmenso de la inexperiencia,
de la promesa en prometerte alguien mejor.