Los sueños olímpicos de alcoba
La historia de Julius Yego me recuerda una etapa inocente de mi vida. Cuando era niño -por alguna extraña razón- me encantaba jugar a que participaba en las Olimpiadas. Lo que hacía era encerrarme en mi cuarto, cerrar mis ojos e imaginar al público observándome con suma atención. ¡Era bastante divertido!
Hacía salto con garrocha con la ayuda de una escoba, esgrima con un tubo largo de cartón, salto alto lanzándome encima de mi casa, lanzamiento de jabalina con una regla larga que tenía… Lastimosamente nunca pude practicarlos.
“¿Esgrima? Eso es solo para pitucos”, me contestó mi papá cuando le revelé mi gusto por este deporte poco extendido en nuestro país. “Dedícate al fútbol, eso te ayudará a tener más amigos”.
Lástima que durante mi infancia no había YouTube como impulsar mis ganas por aprender cosas nuevas, así como pudo Yego con el lanzamiento de jabalina. Ahora que los años pesan, la nostalgia me invade cuando observo a los jóvenes atletas de Río 2016. No quiero creer que se me pasó el tiempo…
Si eres joven y aún tienes la oportunidad, mira esta historia compartida por PlayGround. Quizá te anime a cumplir tus sueños más inocentes… como yo alguna vez los tuve.
Crédito de la foto: Republic of Korea