Desde el jardín

Arropada por la sombra
de la extensión de las ramas,
en oscura luna llena,
escucha las palabras
de una confesión sincera.

Noche de cabellos revueltos,
desnuda de piel sedienta,
acaricia el verso
de quien grita quererla
hasta en pleno silencio.

La hierba une sus manos,
coordinan los latidos,
suspiran los miedos,
se alejan como el ruido
salvaje del deseo.

Callan viéndose el alma,
tiemblan al oír el ruego
de la pasión envolvente,
que convierte estas palabras
en verdad consumida por los besos
que resultan cada noche insuficientes.

Foto: Steve Sawyer – Flickr. Bajo licencia de Creative Commons