Ellas los prefieren ‘Gringashos’ (?)
En mi época de estudiante universitario, recuerdo que un amigo me dijo algo cierto: “Cuando una mujer te dice que eres lindo es porque seguro eres muy atento, trabajador y responsable, pero que jamás en la vida estará contigo”. Pasaron los años y el tema lo volví a conversar con otro amigo quien añadió un término sumamente impecable para describir esta difícil situación, el trabajador inteligente.
Este personaje, de alguna manera, resulta ser lo que toda mujer quiere, pero que jamás se atraerá a la fémina por su condición de hombre destinado a un futuro de grandeza. El trabajador inteligente sería el perfecto amigo gay que todas las chicas desean, un universitario estudioso, todo un caballero sin memoria, con trabajo y sueldo fijo, bien parecido, hasta dedicado a laborar en días feriados, pero que no llega a atraer al sexo opuesto por todas sus cualidades. Salvo las suegras que miran al chico como una billetera con patas para la hija.
Inquieto por esta figura del trabajador inteligente, pregunté a varias amigas sobre qué pensaban del tema. Muchas dijeron que estaba incorrecto, que realmente ellas sí buscan a un tipo de buena estirpe, pero al final terminaban dándome la razón ya que les sacaba en cara qué calaña de enamorados tenían. Hay excepciones, lo admito, pero la figura del macho rebelde suele terminar venciendo al hombre encaminado por buen sendero.
No sé si las chicas querrán a un Gringasho, el famoso sicario adolescente, pero la sensación de peligro sí que atrae corazones hambrientos de lujuria. Imagino que son etapas de cada persona dependiendo de su edad emocional, pues algunas gustan vivir en el mundo de lo mediático sin considerar la estabilidad como una opción. El secreto está en ser rudo para algunas cosas. No agresivo ni malcriado, sino rudo cuando debes defenderte o respaldar tu autoestima con firmeza. A la larga, esa actitud desata un sex appeal muy valorado y que llama seguridad en uno mismo.