Al otro lado del cristal

Una vez sentí
frío al
lado del
cristal
donde la
bulla
escondía
los ecos
de mi
auxilio,
el sonido
de algo
roto
dentro del
pecho
que se
escabulle
entre la
nada y
nada es
precisamente
la existencia
de alguien
que una vez
sintió
al lado del
cristal
la extensión
de una vida
inmerecida
porque la
felicidad
no fue hecha
para quienes
desean buscarla:
fue hecha
para que el
destino
haga de
la casualidad
una bella
memoria
a la
sensibilidad
de los vivos,
el deseo
de nunca
verte morir
sin haber
fallecido
primero
en tus manos
y yo
al otro
lado del
cristal.