Defenestrado

De un salto
en medio
de un suspiro,
el eterno
vuelo de
unos instantes…
Por delante
el paisaje
de una loma
con hepatitis
y atrás mío
seis envases
vacíos
de cicuta
asesina
de razones…
Y un grito
de voz
conocida
se oye
por encima:
“¡Qué
mierda
hiciste!”…
Un grito
que atraviesa
la memoria
de alguien
que ya
se funde
en la
oscuridad
perpetua
de quienes
tentaron
atravesar
el cemento
de cabeza…
Ya un grito
fundido entre
los chillidos
espontáneos de
las vecinas,
el comentario
de un policía
y la sirena
de una ambulancia.

Foto: Matthew Roth (Almonroth) – Bajo licencia de Creative Commons