La felicidad es como un cerillo encendido

Ver a mi sobrina jugar me hace entender un poco más la felicidad y diría que esta es como un cerillo encendido: cualquier momento se puede acabar ante cualquier sutileza o mala jugada del viento. Y ese cerillo consumido por el fuego se quiebra volviéndose ceniza y desaparece en el suelo sin dejar huella de su prematura existencia.

¿Notan la analogía?