¿Qué es el racismo?
La respuesta parece obvia: discriminar a las personas por su raza. Sin embargo, el término es algo más específico que eso y no toda discriminación racial es racismo. Ya sé que suena medio confuso, pero vayamos a la Real Academia Española para aclarar las cosas.
racismo
De raza1 e -ismo.
1. m. Exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de otro u otros con los que convive.
2. m. Ideología o doctrina política basada en el racismo.
Aquí podemos observar dos cosas interesantes: el protagonismo del grupo étnico a la hora de exacerbar el “sentido racial” y la noción de convivencia con el otro que se discrimina. Ambos elementos hacen del racismo una actividad segregacionista del tipo racial dentro de una comunidad. Dicha actividad trae consigo la discriminación racial, pero planteada desde una perspectiva específica en alusión al grupo étnico del racista. No se trata, entonces, de una discriminación racial cualquiera, sino de una que tiene por objetivo la diferenciación con el otro en el sentido racial de una etnia determinada.
Frases como “siendo negro no sirves ni para esclavo”, “los cholos como tú deben estar en la chacra” y “de lo rubia seguro tienes lo estúpida” no son racistas en el sentido estricto del término, sino alusiones a estereotipos raciales cuyo único fin es denigrar a la víctima. A esto se le denomina discriminación racial en el sentido que -volviendo a la RAE- se da “un trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, etc.”
Lo que faltaría para que dichas frases sean racistas auténticas es la exacerbación racial del grupo étnico al que pertenece el discriminador. Decir “eres bruto porque eres negro” no significa necesariamente una exacerbación de mi propia raza sobre el discriminado, sino un razonamiento estereotipado sobre las personas afrodescendientes, dando cuenta de un trato desigual por razones raciales, y de ahí el argumento para denominarlo discriminación racial y no racismo.
Algo interesante de la interpretación de la RAE sobre el racismo es la frase “suele motivar la discriminación…” Es decir, el racismo en sí puede limitarse a la exacerbación racial del grupo étnico sin necesariamente llegar a la discriminación. ¿Pero cómo se puede “exacerbar el sentido racial” de una etnia sin discriminar al otro? Pues del mismo sentido que estás orgulloso de tu país sin necesariamente discriminar al resto de naciones: mediante la puesta de valor de determinados elementos que no afectan las sensibilidades de los demás.
En el caso del racista no discriminador, podría ser el gusto estético por las facciones singulares de su propia raza sin que ello signifique necesariamente el rechazo a las demás etnias. Es tan simple como que te guste el ketchup en lugar de la mostaza. Sé que parece un tanto inocente pensar así -alguien advertirá que dichos gustos es producto de la publicidad aspiracional, pero también hay los casos de gustos auténticos-, pero lo que hago es ampliar aún más el análisis y cubrir todos los aspectos de lo que es ser racista para comprender su complejidad.
Tanto el racismo como la discriminación racial son condenables cuando se afectan los derechos, las libertades y la honra de las personas. Aclarar que algunas cosas no sean “racista” sino “discriminatorias” no significa que deje de ser condenable. En el fondo denunciamos lo mismo, pero siempre debemos tener cuidado con utilizar los términos apropiados para interpretar con mejor detalle las circunstancias.