Me gusta caminar bajo la lluvia porque nadie me ve llorar

Hace un par de meses leí un interesante artículo llamado “El secreto de ser feliz (todo el maldito tiempo)”, escrito por Jessica Larsen.

El texto arranca con una escena muy particular que de seguro te ha sucedido: prefieres el mal tiempo -por ejemplo, la lluvia- cuando te sientes tristes, como que “es el único momento en el que el exterior coincide con mi interior”. O como diría el actor británico Rowan Atkinson “Lo que me gusta de caminar bajo la lluvia es que nadie me ve llorar”.

¿La razón? Imagino que debe ser por la temperatura de nuestro cuerpo para determinados sentimientos. Así como puedes observar en la siguiente imagen, la depresión se caracteriza por un centro frío (azul), mientras que el amor como una llama roja que se expande por todo el cuerpo. Los psicólogos denominan como ‘congruencia’ a la armonía y el balance que existe entre nuestros pensamientos, acciones y emociones.

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De acuerdo con Larsen, cuando hacemos lo contrario a lo que queremos ser (ella cita el ejemplo de querer adelgazar, pero nos limitamos a comer dulces en el sofá), la frustración aumenta hasta convertirse en estrés.

La solución, como ya te lo imaginas, es sencilla. No puedes vivir de una manera cuando piensas que debes vivir de otra. Ahora que está saliendo el sol en Lima, date la oportunidad para que tu interior también brille.

Nota: Puedes leer el artículo completo de Larsen aquí.

Foto: Thomas Leuthard – Flickr. Bajo licencia de Creative Commons