Zurdazo de buenas noches

La cama es como un cuadrilátero
en el que no se cuenta hasta diez
para ser declarado rendido
a los golpes que ablandan el rostro,
pero que endurecen la vida.

Y quien duerme,
un boxeador sin esquina,
con mandíbula de cristal,
aprieta los dientes,
escupe algo de sangre
e inerte cree que respira.

Mira ambos lados,
no hay público que lo vea,
se apagan las luces,
se apagan las cámaras
y duerme como cadáver.

Cuando la cama es un cuadrilátero,
no hay quien te despierte con un beso
o cure las heridas del trajín diario,
ni nadie comparte el dolor de los golpes
cuando se cierran los ojos al dormir.

Foto: Royal Navy – Wikimedia Commons. Bajo licencia de Creative Commons