Por siempre

Quisiera sentir que de un solo intento soy capaz de aguardar en mi alma la inquietud de una vida ensueño, que de una sola vez tenga que redimirme a tus manos para besarte los pies, mirarte siempre debajo de la cintura para sentir que mi rostro se hunde en tu vientre y me cobijas en tu calor hasta desaparecer, hasta fusionarme en tu piel, tus músculos y sangre.

Cómo -es lo que no sé- de un solo intento haber podido incrustarme en tu cabeza, justo entre los ojos, para que no me pierdas de vista a través del camino confuso y sin guía. Cómo en un intento tan solo poder regresarme en el tiempo para acariciarte el rostro confuso, las mejillas frías, besarte los párpados antes de dormir.

Pero ahora solo quiero vivir así, de un solo intento, para detenerte viva en tu tiempo y en mi historia. Mantenerte quieta y perfecta mientras se me deshoja la piel en contacto con tus manos. Servirme de tu piedad. Amarte hasta la promesa de haberte dicho: «sí, me tendrás por siempre».