Zahir

Ya era tarde
cuando el
sueño lúcido
se confundió
con la vida
y allí
donde la
razón
desaparece
apareciste
desnuda
alguna vez
en algún
tiempo de
mi vida
que ahora
recuerdo
y vuelvo
a recordar
en mi
intento
de olvidarte.
Fue en qué
momento
de inocencia
mía que
probé tu
inmortalidad
haciéndome
innoble de
lo que los
hombres
aspiran:
al sueño
de creer
la vida
interminable
y yo
sintiendo
que se
muere de
amor.
No sé qué
ni con qué
te aprisioné
en invenciones,
no sé si es
parte de mi cura,
no sé si
es parte
de la
enfermedad…
Complicándote
con instantes
efímeros
y siempre
regresando
el tiempo,
rebobinando
la memoria
a una nada
que me
acompaña
con argumentos
de que la
soledad
no fue hecha
para mí…
Y esta me sigue
con explicaciones
de un sueño
infinito,
enredado
en las
impresiones
del presente,
hundido…
esperando…
tu aparecer
que será
ahora…
ya…
cuando
deje de
vivir en
la oscuridad
de haberme
perdido
en tu
nombre,
en el eterno
rebobinar
de nunca
decirte
adiós.