Macho alfa que se respeta nunca diría estas frases

Hay frases que por los estereotipos son únicas para las mujeres. Te imaginas tú, mujer, besar a un chico con toda tu pasión para luego decirte «Detente, todo esto es muy rápido». De hecho, imagino que ha ocurrido, pero es extraño según el machismo sádico inmiscuido en nuestra mente de don juanes. A continuación, repasaré algunas frases como la antes citada para que lo pienses dos veces o tengas un buen argumento para faltar al código del macho alfa que se respeta.

1) Llamas a tu amigo antes de ir a una fiesta y le preguntas: «Oye, ¿qué te vas a poner para ir al tono?» Caso de la vida real. Es extraño hacer esa pregunta, pues el problema de tener la misma vestimenta más agobia a las mujeres que a los hombres. A lo mucho un sonrojo y la joda entre los amigos, pero no para tanto como para coordinar con tus patas qué ropa van a llevar cada uno, como si fuera One Direction o qué.

2) Luego de besar a tu enamorada, le preguntas: «¿Beso mejor que tu ex?» ¡Pero qué poco amor propio! Es una pregunta tonta, a quién le importa el pasado o ganarse por respuesta una mentira únicamente dedicada a subir el ego enfermizo.

3) Los dos echados en la cama. Las manos traviesas hacen lo suyo. Todo parece ir por buen camino, pero una frase mata la pasión femenina: «¡Para, me siento incómodo!» ¡Esto es un #epicfail! Y el joven calentón no lo dice porque está en el automóvil, sino por razones propias del hijo de mamá que le roban su virginidad por … ¡tercera vez!

4) En grupo con tus patas y comienzan a molestarte por cualquier detalle. La joda se extiende por unos cinco minutos. De pronto, te pones sensible, cae la autoestima y dices harto: «¡Ya, dejen de molestarme!» Si no eres un niño de 7 años, dirías algo como «No jodan, carajo». Pero no, dices lo primero. Nada que hacer, prepárate para el bullying y llora… llora mucho.

5) Nuevamente la parejita con ánimos carnales. Ella quiere desvestirse, pero aguarda a que su hombre lo haga por ella. Espera que él sea rudo, todo un macho, que la lastimen en pleno acto sexual. «¿Vamos a hacer cositas?» Murió la pasión y la chica se lo cuenta a sus amigas. ¡Jamás! Bueno, es cuestión de saber cuándo decir qué y en qué todo, pues no todo debe leerse igual. La escena me recordó el filme ‘Django’ en el que el actor Giovanni Ciccia exige que su esposa en la ficción diga «¡Cachar, di cachar!». Imagínate eso, pero viceversa.

Foto: Flickr – Surian Soosay