El hombre del saco de yute (2)
Karem parece desenvolverse muy bien cuando no mira a los ojos a Jano, quien busca tener contacto visual para hallar su confianza, pero ella ríe como si la vista de Jano pudiera tocarla y hacerle cosquillas. El hambre de la mañana hacía sonar los estómagos de los dos jóvenes, quienes circulaban los 25 años. Jano se acordó que tiene que ir a trabajar. -Lo siento, no tengo tiempo para caminar ahora. Debo ir al trabajo-, dijo Jano, mientras veía con apuro la caricatura de reloj que tiene en la muñeca.…
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