La tragedia de las más guapas

¿Qué tal si las chicas más guapas de las discotecas se sienten feas porque nadie las saca a bailar, bajo esta idea de que parecen imposibles para el hombre común? ¿Y qué tal si te aventuras a hacerlo, ellas responden afirmativamente porque has sido el único valiente? Creo que una situación como esta debe ser una de las muchas tragedias de las féminas más guapas del planeta.

No falta quienes se aprovechen de sus atributos naturales para conseguir favores de los hombres, pero también hablo de las más sencillas que desconocen el poder de su atractivo para con los conquistadores. La tragedia sería encontrar al amor indicado en medio de la sobreoferta masculina: muchas opciones para solo ligar con una y sentir que es la media naranja. Una amiga muy guapa me lo confirmó: «Sé que hacen fila por mí, pero no llega el que yo quiero». Debe tener razón, yo estaba haciendo esa cola hace varios años.

Como hombre debo confesar que resulta extraño saber que chicas tan guapas pasen por esos problemas del corazón. Cuando uno se entera de un infidelidad, por ejemplo, se pregunta sobre lo injusto que puede ser la vida para haber cruzado a tan bella chica con tremendo patán. Luego se acaba la reflexión bajo la idea de que si fuera yo el protagonista, nada de eso hubiese ocurrido, pero lástima que ella aún no sabe que existo.

Sin embargo, pongamos el punto sobre las íes. Las chicas más guapas, incluso, pueden ser unas loconas en ámbitos más privados, pero su belleza acaba siendo una caja de resonancia ante esos males. Pienso que la costumbre debe hacer que los hombres ya no valoren a la bella mujer que tienen al frente y decidan hacer con ellas lo que harían con cualquiera.

Felizmente la belleza es un consenso social, por lo que puedo conquistar a la rubia de mis sueños cruzando la frontera. Mientras ahorro, habrá que seguir intentando por si ocurre el milagro.